Valientes

miércoles, 21 de enero de 2009

Acomodando el mundo

La estantería de la pieza esta vacía
Sobre la cama bien hecha
la mano suave y traslucida acomoda la sesión
La mano destino tiene un cuerpo de niña
Con ojos revestidos de algo semejante a la inocencia
semejante al plástico
Observa y ordena
Juzga y predice
Pero algo la incomoda
Los hilos que sostienen su corazón de trapo
se tornan cada vez más débiles
cada vez más llenos de desencuentros
La costurera no está en casa
Y no hay nadie que pueda escucharla
Ante tanto peluches ahogándola
Tantas amistades inmóviles
Tantas espaldas quebradas y mal cosidas por esclavos humanos
Su boca de peluche liviana y llena de palabras pegadas
No puede disimular
Esconde algo
Su mirada esconde algo
Su corazón de trapo fucsia esconde algo
El pasado de otros llena su presente
Disfraza su infancia de adultez
Y en aquella mirada que se resiste
La sombra intolerante aparece
Miles de hierros se repiten como un eco
y arrastran su peso por el pasillo
Al final: un oscuro día de justicia.

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